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viernes, 3 de marzo de 2017

Los Anunnaki y la Historia prohibida de la Humanidad

Los Anunnaki y la Historia prohibida de la Humanidad
Los textos sumerios antiguos se refieren a los Anunnaki como “los que descendieron del cielo”, una raza de seres extremadamente poderosos y avanzados que diseñaron a la la humanidad cientos de miles de años atrás.
Según el relato de Génesis, el duodécimo planeta, conocido como Nibiru estaba poblado por seres humanoides muy similares a nosotros los seres humanos. Después se encontraron con un problema severo en su atmósfera, se fueron en una búsqueda a través del sistema solar con el fin de encontrar oro, un metal especial que podría curar a su planeta.
Cuando Nibiru se acercó a la órbita de la Tierra, hace unos 432 mil años antes de Cristo, los Nibiruanos utilizaron naves espaciales para enviar individuos y bienes esenciales de su planeta a la Tierra. Después de llegar a la superficie, los seres avanzados establecieron bases en la antigua Mesopotamia.

Para extraer el metal precioso, se establecieron minas de oro en Africa del sur donde se encontraban abundantes depósitos de este mineral. Debido a que realizar el trabajo como minero no convenía a los maestros Nibiruanos, el pueblo Anunnaki fue enviado para hacer el trabajo por  ellos. Tratados como una especie de esclavos, que representaban el elemento de trabajo de esta sociedad, a pesar de que sus características físicas e intelectuales se imponían a nuestros actuales estándares humanos modernos.


Nibiru
Debido a sus características superiores, los Anunnaki pronto se rebelaron contra sus supervisores y exigieron crear un ser inferior con el fin de hacer este “pequeño” trabajo en su lugar. Sus líderes consultaron y finalmente se llegó a la conclusión que un ser menor era necesario para este tipo de trabajo de explotación, y así crearon una nueva raza combinando sus genes con los de los primates más evolucionados que vivían en la Tierra en ese punto en el tiempo, que eran probablemente los Australopitechus.
Al principio, Enki y Ninmah (dos de los líderes) diseñaron seres con formidable fuerza y tamaño que trabajaron para los Anunnaki en la Tierra, ayudaron a extraer el oro. Tan perfecto como esto suena, su creación tenía un flujo importante – no podían reproducirse, y así los llamados “dioses” tenían que continuamente crear más de ellos para mantener el proceso de minería funcionando en la capacidad deseada.
Según pasaba el tiempo, Enki y Ninmah desarrollaron varios seres hasta que lograron llegar a la meta deseada. Después de toda su lucha, lograron lo buscado, que los nuevos seres se pudieran reproducir entre ellos, así que la primera raza humana apareció bajo la forma del Homo Erectus.
Cada vez que Nibiru se alejaba de la Tierra, una parte de los “dioses” volvía a su planeta natal hasta que terminara el ciclo de 3.600 años; a este período de tiempo los sumerios lo llaman un Sar.
Mientras tanto, los Anunnaki permanecieron en la Tierra para cuidar de las minas de oro y los esclavos, precisamente como fue ordenado por sus “dioses”. Debido a que los nuevos seres creados poseían muchas características humanas,, al igual que sus creadores (fueron creados a su imagen), finalmente comenzaron a luchar por los deseos terrenales.


Árbol de la vida Anunnaki
Aprovechando la situación, los esclavos formaron una alianza y se rebelaron contra sus amos, como los Anunnaki una vez lo hicieron. Muchos de ellos lograron escapar de las minas y eventualmente se establecieron como personas libres en otras partes de la Tierra, viviendo sus vidas como se describe en muchos textos antiguos, “como las bestias salvajes”.
Después de los 3.600 años el ciclo se completó una vez más, los líderes de los Anunnaki volvieron a la Tierra y estaban muy descontentos al ver que la situación estaba fuera de control. Condenaron a los Anunnaki a trabajar en las minas una vez más.
Durante su breve estancia en el planeta Tierra, los maestros realizaron más experimentos para crear una raza más sofisticada de trabajadores. Tras diseñar al Homo Habilis y al Homo Erectus, desarrollaron una raza capaz de pensar, hablar y reproducirse, y crearon al hombre también conocido como Homo Sapiens.
El jefe científico Enqi y el médico Ninti, jefe de los Anunnaki, utilizaron manipulación genética y fertilización in vitro con el fin de crear a seres humanos a su imagen. El proceso consistió en el desarrollo de un organismo biológico en un entorno controlado, no biológico, similar a tubos de vaso de laboratorio,, como se muestra en el sello de un antiguo cilindro sumerio.
Hombre y mujer los creó, Bienaventurados ellos y llamó su nombre Adán, en el día cuando se crearon. – Génesis 5:2
Anunnakis: Creación de la humanidad

La palabra hebrea para hombre es Adán, refiriéndose no a una sola persona sino más bien, en nuestro caso una tribu de seres humanos llamados adanitas o “Los que son de la tierra”.
Después de que los Anunnaki crearon al hombre – Homo Sapiens, todavía se enfrentaba un gran problema: los esclavos que escaparon y se dispersaron en una gran parte del planeta. La solución llegó junto con el gran diluvio que iba a venir como resultado de lo que estaba sucediendo en nuestro sistema solar en ese entonces.
Esto fue mutuamente acordado, y se dejaría morir a las especie creadas “fugitivas” sin que ellos sepan lo que estaba por venir. Sin embargo, el director científico Enqi quien fue uno de los líderes, y convencido que su última creación, el Homo Sapiens, era demasiado complejo y único, y por lo tanto merecía vivir en este planeta y así que se decidió finalmente. Los acontecimientos que siguieron trajeron la gran inundación, limpiando a la humanidad a excepción del Homo Sapiens.
Descubrimientos científicos recientes, como las minas de oro del Neolítico en el sur de África o el seguimiento de todo el ADN humano a una sola fuente, llamada “Eva”, del génesis han podido confirmar la interpretación de los registros sumerios.
Y sin embargo, otro hecho interesante es que los científico no pueden relacionar como el Homo Sapiens haya aparecido solo hace aproximadamente 49 mil años, sin ningún tipo de explicacióon posible acerca de su repentina evolución.
Este estudio se basó en la obra de Zecharia Sitchin conocida como Crónicas de la Tierra que presenta la historia prohibida de la especie humana, a partir de innumerables estudios e interpretaciones de las antiguas civilizaciones que alguna vez florecieron y se desarrollaron usando técnicas ahora olvidadas.

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