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martes, 29 de julio de 2014

MINI-MAXIMO SOLAR

Manchas solares observadas el 24 de julio de 2014

"Tener un día sin manchas durante el máximo solar es extraño"

Años atrás, en 2008 y 2009, una misteriosa calma se dejó caer sobre el Sol. El número de manchas solares decayó a niveles históricamente bajos, y las llamaradas solares cesaron por completo. Mientras se daba el “mínimo solar” más largo y profundo del siglo, los físicos solares, aburridos, se preguntaban cuándo tendrían de regreso el “máximo solar.”

Dicha duda ya tiene respuesta. “Volvió”, afirma Dean Pesnell del Centro de Vuelo Espacial Goddard. “El máximo solar ha llegado”.

Pesnell es un importante miembro del Panel de Predicción del Ciclo Solar de NOAA/NASA, un reconocido grupo de físicos solares que se reúnen de cuando en cuando para pronosticar futuros ciclos solares. Y el asunto no es tan fácil como suena. A pesar de que en los libros de texto se le cita como un “ciclo solar de 11 años”, éste puede fácilmente tomar entre 9 y 14 años para completarse. Algunos máximos solares son fuertes, otros débiles, y a veces, como ocurrió por cerca de 70 años en el siglo XVII, el ciclo puede incluso desaparecer en su totalidad.

Pesnell apunta a un conjunto de factores que dan aviso de las condiciones del máximo solar en 2014: “el campo magnético del Sol se ha invertido; estamos empezando a notar el desarrollo de grandes agujeros coronales; y, oh sí, el número de manchas solares está incrementándose”.

Otro panelista, Doug Bieseker del Centro de Predicciones de Clima Espacial, coincide con Pesnell: “El máximo solar ya está aquí… al fin”. De acuerdo a un análisis presentado por Bieseker en el Workshop de Clima Espacial de abril, la cantidad de manchas solares del Ciclo Solar 24 está cerca de su peak.

Sin embargo, también concuerdan en otro punto: no es algo muy impresionante.

“Este ciclo solar sigue ubicándose entre los más débiles que se hayan registrado”, comenta Ron Turner, Asesor Científico Senior del programa de Conceptos Innovadores Avanzados de la NASA. Para ilustrar este punto, Turner graficó el número de manchas solares del Ciclo 24 versus los 23 ciclos precedentes (desde 1755). “En el registro histórico tan solo hay unos pocos máximos solares más débiles que éste”.

Como resultado de lo anterior, varios investigadores han comenzado a llamar “mini-max” (un mini-máximo) al actual peak.

Pesnell cree que “el Ciclo Solar 24, así como está, probablemente comience a decaer en 2015”. Irónicamente, ése es el momento en que pueden producirse las mayores llamaradas y tormentas magnéticas. Tras analizar los registros históricos de actividad solar, Biesecker encontró que los eventos más grandes, tales como enormes llamaradas y significativas tormentas geomagnéticas, ocurren típicamente en la fase de decaimiento de los ciclos solares – incluso en los débiles.

De hecho, este mini-máximo ya ha provocado una de las tormentas más potentes de la historia. El 23 de julio de 2012, una nube de plasma o “EMC” (Eyección de Masa Coronal) salió del Sol a 3.000 km/s, cuatro veces más rápido que una erupción típica. La tormenta atravesó la órbita terrestre, pero afortunadamente nuestro planeta no se encontraba allí. La que sí se vio afectada fue la nave espacial STEREO-A de la NASA, la cual registró el evento para su posterior análisis. Los investigadores creen ahora que la erupción fue tan importante como la del Evento Carrington de 1859 – una tormenta solar que incendió oficinas de telégrafos y generó auroras boreales que se extendieron hasta el sur de Hawái.

Si la “super tormenta” del 2012 hubiera golpeado a la Tierra, el daño en las redes eléctricas y satélites hubiera sido de grandes dimensiones.

Todo se resume a una sola cosa: “Aún no nos encontramos a salvo”, comenta Pesnell. Incluso un mini-máximo puede suscitar grandes eventos en el clima espacial – y queda más por ver mientras el ciclo siga decayendo.

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