Entre los mitos que rodean a los terremotos, uno de los más extendidos son los testimonios que aseguran haber presenciado luces en el cielo previo o durante un movimiento sísmico de gran magnitud.
Sin
embargo, esta vez la ciencia nos dice que las “luces de terremoto” no serían
mitos.
Un estudio de la Universidad Rutgers en Estados Unidos concluyó
que estos destellos en efecto pueden producirse antes o durante un terremoto
debido a que los grandes deslizamientos de tierra generan cargas eléctricas en
el suelo, que luego se elevan hacia el cielo tal como hacen los rayos pero en
sentido inverso.
Para comprobarlo, un equipo liderado por el físico Troy
Shinbrot diseñó un experimento donde llenaron distintos recipientes con harina
-debido a su composición orgánica- los cuales agitaron hasta notar la aparición
de grietas.
Estos movimientos a pequeña escala bastaron para generar
algunos cientos de voltios, demostrando que incluso los deslizamientos de tierra
más sutiles alrededor de una falla geológica podrían desencadenar descargas
eléctricas, indica la BBC.
El equipo de Shinbrot experimentó con
diferentes materiales, como partículas de plástico o de vidrio, descubriendo que
en todos los casos se generó electricidad, aunque todavía desconocen las razones
por las cuales esta se produce.
“Si tomas un recipiente de tu cocina y lo
llenas con harina, cuando agitas el contenido inexplicablemente aparecen
voltajes cercanos a 100 voltios. Acabamos por llamarle un efecto de ‘física
imposible’, dado que la situación es tan improbable que creímos estar
equivocados. Sin embargo el efecto siempre aparece y no encontramos ningún otro
factor que pudiera incidir en ello”, aseveró Shinbrot, según recoge Live
Science.
No se trata de la primera vez que el investigador se enfrenta a
los misterios de la electricidad. Otro fenómeno que había llamado su atención
anteriormente era el hecho de que se produzcan rayos durante las tormentas de
arena, pese a que la arena es un aislante eléctrico. Esto, en palabras de la
publicación “tiene la misma lógica que ver un rayo surgir de una tormenta de
pelotas de goma”.
“Hemos registrado otros efectos análogos, que tampoco
han sido explicados todavía, en otros materiales. Los hemos llamado
‘fractoluminiscencia‘, y puede verse como destellos de luz cuando rompemos un
dulce verde en un cuarto oscuro, cuando sacamos cinta adhesiva transparente de
su tubo, o cuando dejamos caer mercurio sobre un vaso”, añadió.
Ahora los
investigadores se proponen indagar más en este fenómeno, a fin de evaluar si es
posible utilizar estos cambios eléctricos como alertas de que un terremoto está
en ciernes.
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